El Nadador, de Belén González

Se trata de una escultura de bronce de grandes dimensiones que simula a un nadador con las extremidades y cabeza emergidos y el resto del cuerpo sumergido en el agua. Esta estatua está enmarcada como en una piscina con piso de goma color azul, para que los niños puedan jugar alrededor y sobre todo encima de sus pies, su cabeza y sus glúteos (su culo), que utilizan como tobogán o montículo. Tiene un gran éxito entre de los peques, ya que está instalada en plena Plaza Mayor, lugar de encuentro, para disfrutar de las terrazas en verano.